Esta finca exquisitamente renovada de alrededor de 1900 combina la tradición mallorquina con la artesanía moderna y ofrece el más alto nivel de confort de vida en un entorno idílico. Materiales de alta calidad, soluciones energéticamente eficientes y detalles típicamente mallorquines conservados con cariño confieren a la propiedad su encanto especial. Las habitaciones amplias y luminosas crean un ambiente acogedor en el que inmediatamente te sentirás como en casa. La cocina amplia, moderna y equipada de primera calidad es el corazón de la casa. Dos chimeneas crean un ambiente acogedor y completan a la perfección el armonioso concepto de vida. La superficie habitable de la finca es de 240 m², la superficie construida es de 314 m².
Interiores llenos de luz y diseñados cuidadosamente
Planta baja
Amplio y luminoso salón con chimenea y acceso directo al jardín.
Cocina moderna totalmente equipada con electrodomésticos de alta calidad.
Suite de invitados con baño privado
Espacio versátil para oficina en casa o área de fitness.
Taller independiente y trastero
Piso superior
Acogedora biblioteca, ideal como rincón de lectura
Dos habitaciones luminosas con baño compartido.
Amplia suite principal con vestidor, bañera independiente y baño privado.
Jardín mediterráneo y zona exterior
Gran piscina con impresionantes vistas al campo.
Jardín bien cuidado con árboles centenarios y plantas mediterráneas.
Muro de piedra circundante para mayor privacidad y seguridad.
Varias terrazas y zonas de relajación con sombra.